¡Qué cruel es el destino! Caprichoso y descarado ese ser, jugando con nuestras vidas y nuestros sentimientos, llevándonos por malos senderos morales en los que aquellos que son amados no aman y los que aman no son amados.
A mi me gusta imaginar que el destino es como un titiritero y nosotros no somas más que burdas marionetas en un escenario limitado por prejuicios, reglas absurdas y costumbres prescindibles…
No sé si se entiende la idea expresada.
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Anónimo —
Lunes, 20 de diciembre de 2010 a las 22:33
Yo creo que mas que nada lo que nos limita son los complejos de cada uno. Eso es realmente el destino.
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Anónimo —
Martes, 21 de diciembre de 2010 a las 18:42
Hola lector! Chevismo cerró ‐ como habrás observado ya.
Rescaté el diario porque siempre le tuve mucho cariño. En el proceso de rescatarlo me enamoré un poco otra vez de él...
En algún momento añadiré de nuevo la capacidad de escribir nuevas entradas y comentarios. Gracias por pasarte por aquí.
También quiero hacer una especie de "libro" con las entradas más emotivas y algunos comentarios. Poco a poco!