— Domingo, 11 de diciembre de 2011 a las 0:07

Ahora que tengo lo que deseaba no lo quiero. Sería sencillo si no fuese porque se trata de una persona con sentimientos y emociones. Ahora soy ese niño caprichoso que desea un juguete hasta que lo obtiene, absurda comparación pues el juguete no padece y el niño después de abandonarlo no tiene ningún tipo de remordimiento.
¿Formará parte de mi naturaleza?
Esa naturaleza que tanto me he empeñado en disfrazar y ocultar a los ojos de los demás.
¿Seré otro hipócrita?
¿Seré normal?
Supongo que después de todo tendré que aceptar que no soy especial sino un burdo más.

Hola lector! Chevismo cerró ‐ como habrás observado ya. Rescaté el diario porque siempre le tuve mucho cariño. En el proceso de rescatarlo me enamoré un poco otra vez de él...

En algún momento añadiré de nuevo la capacidad de escribir nuevas entradas y comentarios. Gracias por pasarte por aquí.

También quiero hacer una especie de "libro" con las entradas más emotivas y algunos comentarios. Poco a poco!