Me encantan estos pedacitos de vida que cada uno decide compartir con los demas.
¿Que paso despues?
El frío de la tarde. Aquella tarde hacía mucho viento. Quizás por el día que era, o por la hora, había poca gente en la calle, tal y como habíamos planeado. Queríamos quedar a solas.
Y ahí estábamos los dos, sentados detrás de un árbol, en el césped. Tenía las manos heladas, por eso procuraba no tocarle demasiado.
Hablábamos. Intentábamos hablar como siempre, aunque yo por dentro ninguno nos sentíamos así. La tensión sexual no resuelta llevaba un tiempo haciéndose más y más evidente. Hasta empezaba a sospechar paranoicamente que los demás se daban cuenta, pero eso era algo que no podía suceder.
Me encontraba fantaseando a la vez que hablábamos, cuando su beso me interrumpió. Estuvo esperando a que yo estuviese fantaseando como estaba, para cogerme por sorpresa. No era la primera vez que me cogía por sorpresa mientras hacía algo, así que í¢â‚¬â€œirónicamente- en cierto modo la sorpresa no me cogió por tan sorpresa.
Me besó. Fue un beso largo, intenso. Quería aprovechar cada segundo í¢â‚¬â€œy supongo que él también-. Sin mediar palabra nos miramos, y lo repetimos, aunque esta vez se tomó la confianza de cogerme la mano derecha. Yo cogí mi otro brazo y lo enrosqué alrededor de su cuello. Tras ese segundo beso tuvimos un tercero, un cuarto, un quinto, y hasta un sexto. Una serie de besos largos, que aprovechaba tanto como podía, porque sabía que esto era algo que no estaba bien.
Me encantan estos pedacitos de vida que cada uno decide compartir con los demas.
¿Que paso despues?
Hola lector! Chevismo cerró ‐ como habrás observado ya. Rescaté el diario porque siempre le tuve mucho cariño. En el proceso de rescatarlo me enamoré un poco otra vez de él...
En algún momento añadiré de nuevo la capacidad de escribir nuevas entradas y comentarios. Gracias por pasarte por aquí.
También quiero hacer una especie de "libro" con las entradas más emotivas y algunos comentarios. Poco a poco!