Diario Colaborativo

El otro día me pregunté cómo sería el día en el que conociera a esa persona que tanto admiro.

No conozco su cara, su nombre completo, ni la edad, sólo su profesión. Y ese es el motivo de mi admiración: es actor de doblaje. Él es capaz de transmitir unos sentimientos solamente a través de la voz, es capaz de meterse en el interior del personaje, conoce al personaje. ES el personaje.
Supe de él hace ahora tres años y poco, y siempre me he preguntado qué tipo de persona sería y cuál sería su aspecto. Imaginado todo a partir de su voz. Pero luego, pensándolo mucho, casi prefería no correr el riesgo de tener un desengaño. Yo ya tengo una persona creada en mi cabeza, cara, edad, actitud… No quisiera correr el riesgo de perder esa inquietud de “¿y cómo será en la realidad?” que en cierta parte tiene algo de encanto, ¿no? Todos alguna vez hemos idealizado a alguien y… cuando lo conocemos, aunque no tenga que ser necesariamente una impresión negativa sino diferente a nuestra idealización pensamos “¿por qué le conocí?”

Jajajajaja (^-^') creo que ni me entiendo yo.