La horrible sensación de estar harta, de querer explotar y no poder, de saber que te tienes callar. Pero estás en tu límite. El vaso de la paciencia se va llenando gota a gota, y ya está a rebosar. No es la primera vez que se llena. Algunas veces se ha llenado y ha rebosado, y ha sido malo, lo único que ha servido es para sufrir. Pero lo que estoy haciendo ultimamente es bebermelo, guardármelo, reprimirme.
No sabe la de cosas que me guardo, que debería decirle a la cara y, sin embargo me callo.
Pero la razón principal por la que me estoy callando es porque quiero que sufra, que vea lo que está haciendo, su conveniencia, ya repetitiva, que se de cuenta.
Servidora está hasta el ovario derecho.