Dios mio, esos libros, de esos libros salia de todo menos conocimientos. Eran como serpientes que se enroscaban por entre mis neuronas y me hacían imposible visualizar la mas mínima palabra. Eran todo antiguos textos arcaicos indescifrables. Que si, que ya se que no es para tanto, pero eran para mi mente lo que para un puritano las drogas. Y yo, ahí sentado, mientras mis ojos se tambaleaban en sus propios orbes tratando de descubrir la mas mínima distracción, no dejaban de cruzarse por mi cabeza pensamientos de culpabilidad. Así es, seguramente me este jugando el resto de mi vida en esta situación. Imaginaos. Por que y para que. No tenia una finalidad y ni siquiera representaba nada productivo. ¿Aun sigo escudándome en tonterías? ¿Aun sigo aquí?