Diario Colaborativo

Finalmente, lo conseguí. Ahora sí. Siempre me lo decía para mí misma, que dejaría de importarme lo que pensasen los demás y empezaría a crecer, pero no era verdad, hasta ahora. Me siento libre al fin, siento que nada me limita, y es una sensación muy, muy rara. Me da… casi miedo, y, a la vez, me hace la persona más feliz de la faz de la Tierra.
Sé que ya las leyes y normas no son nada para mí. Soy una persona como cualquier otra, soy materia y energía, y ningún gobierno ni ninguna ley puede impedir que haga lo que quiera o que vaya a donde me plazca. Que intenten detenerme, vale, están en su derecho, pero yo estoy en el mío de vivir mi vida y alejarme de ésta que inventaron para mí y solo me mata por dentro.
Os quiero decir algo… ¿os sentís atrapados? ¿os habéis sentido así alguna vez, durante mucho tiempo de vuestra vida? Seguro que sí… quien diga que no, seguro que está mintiendo. Seguro que todos os habéis preguntado como se siente la libertad. Ahora que la tengo, puedo decir lo que se siente, y es como un mundo paralelo. Y todo es diferente, completamente distinto. Veo las cosas como son, y no imagino como pueden ser, y, por fin, persigo mi felicidad según lo que deseo en cada momento, en vez de anteponer la felicidad de otros, como hacía antes. Todos mis problemas eran los de mi familia, sin embargo ahora, voy a buscarme los míos propios… y todo será como debería ser en mi mundo. Al fin me voy, me mudo. A todas partes.