Todos tenemos nuestros secretos y nuestras mentiras, los autoengaños, las decisiones inadecuadas, los prejuicios. Y todos evolucionamos, vamos desarrollando un potencial único y excepcional que ningún otro puede reemplazar.
Todo verdad hasta la última coma. El error que nos marcará para siempre es creernos el centro y ombligo del cosmos cuando en realidad lo que hay que hacer es aceptar el ser uno más, ni menos, que ningún otro, pues esa vía no puede conducir a ninguna ilusión, solo a la realidad. Todos somos distintos, sí, pero en conjunto somos iguales, un grupo de ególatras marchitos por los traspiés de la vida.
En resumen, me aburro.
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Anónimo —
Jueves, 6 de octubre de 2011 a las 2:25
Hola lector! Chevismo cerró ‐ como habrás observado ya.
Rescaté el diario porque siempre le tuve mucho cariño. En el proceso de rescatarlo me enamoré un poco otra vez de él...
En algún momento añadiré de nuevo la capacidad de escribir nuevas entradas y comentarios. Gracias por pasarte por aquí.
También quiero hacer una especie de "libro" con las entradas más emotivas y algunos comentarios. Poco a poco!