Sentado en un bar de cualquier parte del planeta,
invoco a mi musa encima de una servilleta,
sé que no es buen sitio para una mujer coqueta
mas cualquier alivia si la inspiración aprieta
Mira, aquí la realidad no lleva trajes, ni caretas
Zaragoza es mi ciudad, mueve su viento la veleta
de la rara enfermedad del corazón de los poetas
que les lleva sin remedio a convertir la vida en letra
A mí me gusta cuando escribo sobre un nuevo folio en blanco
pues mi verso es la semilla que florecerá en su campo,
a veces tanto, tanto, tanto, que al final se queda en nada,
y tu tonto, tonto, tonto, otro más de la manada
Que a dolores de titanes traigo tinta de colosos,
versos de colores sinsabores deliciosos
fumo y toso, yo solo coso versos en la luna,
mientras el humo se esfuma caprichoso
Y si el foso de mi sentir esta vacio pues rompo el papel y callo,
y, me he hecho a dormir a esperar que cante el gallo,
ya no rallo las paredes de las calles con mi nombre,
aunque vivo en, medio de un caos que llaman orden
Soy, de alma frágil, de verso ágil,
un niño viejo con la lagrima fácil y el rap complejo
como un espejo solo reflejo miradas
porque yo ya no me dejo engañar por las palabras.
Si, aquí arriba solo hay piel y maquillaje,
es debajo donde hace su trabajo el engranaje,
de este viejo, viejo traje de poeta moribundo
que ya no tiene ganas de querer salvar el mundo
Porque, mi rap es triste, pero intenta mejorar
antes de que la pelona le, venga a devorar,
si te vas a enamorar no pidas explicaciones,
yo solo suelo llorar por amigos y canciones
Así, que si me hablas no me vendas tu discurso, ya
porque yo ya tengo tablas y aprendí algunos recursos,
en el curso de este pulso que se llama vida loca
suelen decir la verdad los ojos antes que las bocas
Y si quieres puedes ser lo que otros quieren que seas,
un barquito de vapor yendo favor de la marea
pero, tu y yo sabemos que la realidad es fea,
en este mundo Don Quijote mataría a Dulcinea
Niña, no es por la moda, es por la soga que te ahoga
por lo que toda mi generación se droga
es por las horas que el triste reloj devora
y por la sola soledad desoladora
Y yo no sé, si he nacido para arder o he nacido para dar sombra
yo solo sé que lo que escribo no se compra,
y que en este mundo tibio que aun confunde amor con odio
yo solo encuentro alivio en el exilio de mi folio