Como dice una famosa canción, haciendo un pequeño apaño: “Ahora que duerme todo entre las dos, qué loca tú, qué loca yo…qué solas al final. Ahora que estamos libres cada cuál…solo me queda por decir que todo aquello que escribí me lo dictó tu risa, nada más. De tanto mirarte, no pude verte, me olvidé de tus cadenas y de mi propia muerte… Aún andarás descalza por mis sueños, y asomarás por donde asoma el blanco sol de enero, si por casualidad te he de olvidar…solo me queda por decir que todo aquello que escribí será de ti, será lo nuestro”.
Cómo te quise condenada…cómo…