La pantalla del móvil se encendió. Un mensaje. í¢â‚¬Å“Me gustasí¢â‚¬Â.
Una de las cosas nuevas que estaba intentando aprender era a ser valiente, ya que la experiencia me había demostrado que retardar las cosas no suaviza su posterior efecto.
í¢â‚¬Å“Deberíamos seguir siendo amigosí¢â‚¬Â. Enviar.
Odiaba decir mis sentimientos en voz alta. Y odiaba aún más cuando la gente los descifraba. Volví mi mirada a la televisión.
í¢â‚¬Å“Si ser amigos es lo que quieres, y si siendo amigos vamos a seguir juntándonos, vale. Pero sabes que no voy a negar mis sentimientos.í¢â‚¬Â Se me olvidaba que él siempre ha sido un experto en adiviniarlos.