Las miradas pasaron a un choque de manos, el choque de manos pasó a un abrazo, los abrazos pasaron a los besos en la mejilla, de los besos en la mejillas pasamos a besarnos de verdad, en la boca y en el cuello. De aquellos besos pasamos a darnos las manos… De aquí me sacó el profesor de química, de mi sueño, preguntándome por el ejercicio 24, y me hizo darme cuenta de que tu estabas allí, dos filas más para atrás, ajeno a mi.
Meses más tarde sigues igual de ajeno.
Mentes que deciden darse un paseo en clase… mentes libres… mentes encerradas en clases…
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Anónimo —
Viernes, 20 de julio de 2012 a las 13:14
Me encanta… Dejar volar la imaginación es lo mejor, así es como descubrí mi afán por la poesía, en las clases de filosofía, escribiendote poemas sin que tu lo sepas…
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Anónimo —
Martes, 4 de septiembre de 2012 a las 14:21
Hola lector! Chevismo cerró ‐ como habrás observado ya.
Rescaté el diario porque siempre le tuve mucho cariño. En el proceso de rescatarlo me enamoré un poco otra vez de él...
En algún momento añadiré de nuevo la capacidad de escribir nuevas entradas y comentarios. Gracias por pasarte por aquí.
También quiero hacer una especie de "libro" con las entradas más emotivas y algunos comentarios. Poco a poco!