¿Qué hay más bonito que poder tener a alguien con quien poder hablar como si fuera con uno mismo? Son numerosas las reacciones frente a esto. Algunos se asustan de verse reflejados a sí mismos en otra persona… Otros en cambio, como yo, depositamos total confianza en esa persona y sabemos que la otra persona nos ha entregado algo muy valioso también, su confianza y debemos tratarla como lo que es, algo que se merece respeto y confidencialidad.
Sí, traicionaste mi confianza, me hiciste daño, mucho, un daño tan profundo que es muy difícil perdonar tal vez imposible.
A veces es más fácil
pedir perdón que pedir permiso
porque tu confianza no vale nada
mira como la destrozo, la piso
Eso me dijiste con tu
afilada boca, tus palabras
un carnívoro cuchillo
Y vienes pidiendo perdón,
honrable por tu parte,
no miento, lo admito,
pero con palabras vacías,
sin ningún valor,
ya no tiene sentido…
Gánate mi amistad
luchando por ella,
una encarnizada guerra,
aprieta el gatillo,
dispara la bala
que atraviese
mi corazón, mi oido
Pero antes…
Dale tiempo al corazón,
para que perdone,
en el olvido…
Dale tiempo a este árbol
cansado y vestido
con un manto de nieve,
de soledad y frío…
Espero que algo hayas aprendido.
“Puedo perdonar, pero no olvidar” es solo otra forma de decir “no puedo perdonar” - Henry Ward Beecher