Me mentiste.
Y hoy, casi un año después de haber dejado de hablarte para siempre, veo que en realidad mentiste en muchas más cosas de las que te pillé.
No sé por qué me ha sorprendido, después de todo, si me habías mentido en algo, ¿por qué no ibas a hacerlo en mucho más? Tampoco sé exactamente por qué me ha decepcionado y me ha dado ganas de llorar.
Se supone que ya he superado todo eso, así debía ser. Tal vez no lo sea. Puede que solo me haya limitado a meterte a ti y a todo el dolor que sentía en algún lugar oculto de mi cabeza y que de vez en cuando salga. Eso explicaría esto, y que de vez en cuando sienta tanta rabia en mí sin razón aparente. Siempre quise darte una paliza, a pesar de no ser nada agresiva, fantaseaba con ello, luego desapareciste de mí, al menos aparentemente, así que sí, creo que la rabia sin causa aparente que experimento es por ti.
No sé cómo tuviste tanta cara como para perseguirme una vez decidí que se había acabado. No sé cómo la tienes, ya que de vez en cuando aún me escribes esperando que te responda, cosa que jamás haré.
Es ahora cuando puedo aseverar con toda seguridad que me mentiste en dos cosas muy importantes:
- Diciéndome que me querías.
- Diciéndome que estabas enfermo, doblado de dolor, durante un mes y pico y por eso no podíamos quedar. Impidiéndome además ir a visitarte.
A veces se da demasiado por gente que no merece la pena. Podría arrepentirme de ello, pero prefiero no hacerlo, yo era sincera, no tengo nada de lo que avergonzarme, salvo haber hecho daño a otras personas, en plural, por tu causa.
Por tu bien espero que no volvamos a vernos jamás, porque no sé si podré controlarme.
PD. Lo peor de todo es que aún me ha dolido de cierta forma.