«Y que encima se burle de las personas que han estado ahí haciéndome compañía. ¿Qué quería? ¿Que me suicidara? Que no me debe nada… Claro que no. Me debe tres días de mi vida. Tres días en los que he estado muriendo por él. Pero es inútil querer que se dé cuenta de eso, alguien que no siente responsabilidad alguna en todo lo que hace. Porque hay personas para las que es muy fácil limpiarse la entrepierna con los demás. Y esto no es solo referente a él. Joder, que consiga incluso que después de todo lo que me ha soltado, me sienta culpable.»
Este es uno de los muchos retales que guardo, los cuales en conjunto constituyen la segunda mitad de uno de mis regalos de cumpleaños de 2013. La primera mitad es muy bonita, la segunda también, aunque claro, puede pareceros todo lo contrario al ver cómo hablan esas palabras de mí.
¿Sabéis? Me siento muy orgulloso, porque es el regalo de cumpleaños más original que me hayan hecho. Un regalo a medias que decidí completar yo a mi manera. Un regalo que tiene de todo.
«Quién sabe qué será mejor. Yo solo sé que ahora mismo me dedico a buscar y rescatar los trocitos de vida que abandoné por estar demasiado embebida en ti. Que tal como dice mi alma, “cada una de las decisiones que tomamos tienen una consecuencia”. Y puede que dentro de poco vaya a pagar muy caro las que yo tomé en su momento. Tú, aquel, aquel otro y el de más allá. Que lo más bonito de todo esto sea que no voy a recorrer el mundo contigo. Que lo más bonito de todo esto sea que no volveré a ver el océano en tus ojos de cristal. Que lo más bonito de todo esto es que no volveré a sentirme en casa estando contigo.»
Me siento orgulloso, porque ella fue la primera en abandonarme e impedirme cumplir todas mis promesas junto a ella. Y me gustó que tras ese despropósito les contara a todos que fue al revés, que fui yo. Realmente me gustó, me guardé ese retal también en el bolsillo para terminar de tejer mi regalo. Finalmente, hice realidad su mentira y la abandoné yo. Total, creyó que me engatusó para tener a alguien que la quisiera un poquito… creo que fui justo dándole la razón aunque no la llevara del todo. Será que no sabía yo de sobra para lo que me quería.