— Martes, 1 de abril de 2014 a las 17:18

Me noto al límite. Ya está. No hay más camino, se corta. Pero no es un límite normal, como esos en los que las carreteras se cortan, te caes y punto. Este límite me atrae hacia él con fuerza. Hay tanto. En todos los sectores de mi vida hay algo que me empuja al límite, y un límite que me llama, que me pide que se acabe ya.
A ver, yo no le hago nada a la gente. Ni siquiera me gusta que la gente note que estoy ahí. Pero cuando lo notan, porque existo y es inevitable, intento portarme bien. Ser buena persona. Pero para nada. Tengo una gran desventaja en la vida, y es que es fácil leerme como a un libro abierto. Y la gente se da cuenta de lo que me duele. Abren la herida y echan sal. Cuando yo le limpio la herida a quién lo pida. Y que se me ocurra decir que no, porque sino ya se encargarán de abrirme más. Y cuando digo gente, digo gente de todas edades. Será que mi cara tiene algo que a la gente le revienta y solo intentan ponérmelo difícil para que acabe con ella. Con mi cara y con todo.
Además es que hay tantas cosas que.
No se.
Que hacer.
Con todo.
Intento tener una mente positiva. Lo intento, prometo que lo intento. Pero no puede luchar una hormiga contra una estampida de los animales que sean que hacen estampidas.

2 Comentarios

@Temu — Domingo, 6 de abril de 2014 a las 12:41


Pues eso no es nada.

@DaniPhii — Domingo, 6 de abril de 2014 a las 19:35


Hola lector! Chevismo cerró ‐ como habrás observado ya. Rescaté el diario porque siempre le tuve mucho cariño. En el proceso de rescatarlo me enamoré un poco otra vez de él...

En algún momento añadiré de nuevo la capacidad de escribir nuevas entradas y comentarios. Gracias por pasarte por aquí.

También quiero hacer una especie de "libro" con las entradas más emotivas y algunos comentarios. Poco a poco!