Querido diario, por qué te digo querido si sólo eres una cosa, inerte inmóvil e inanimada.
Querido diario, por qué escribir en ti mis penas y augurios si no puedes decirme nada al respecto.
Querido diario, por qué he de confiar en ti mis más íntimos secretos.
No se es secreto si lo sabe un segundo, con sólo uno basta.
Querido diario, por qué recurro a ti cuando puedo ir a otros que sí pueden juzgarme y decir que no está bien y que está mal.
Querido diario, por qué continuar hablando contigo si sé que no eres consciente que es en ti donde reposan mis relatos, historias y versos.
Querido diario, ¿por qué eres todo y a la vez nada?
Responde querido diario, que de ti siempre espero una respuesta, sea buena o sea mala pero siempre espero por ti.
Tal vez sea eso de esperar y no recibir respuesta alguna sobre lo que hacemos lo que nos hace dejar en ti nuestro pasado y presente plasmados en el papel ya amarillo por los años.
Querido diario, respondas o no seguirás siendo para mí elemento fundamental para legar algo a la generaciones futuras.
A quien pueda interesar querido diario, a quien pueda llamar la atención diario querido.
Es a ti, que recurro cada día religiosamente para grabar en tus páginas los recuerdos y pesares de una jornada diaria de infructuosos momentos.
Fracasos e intentos, derrotas y victorias.
A la final querido diario eres único, fiel y compañía.
Querido diario, hoy te reemplacé por otro que es un Diario Colaborativo electrónico…