— Sábado, 10 de mayo de 2014 a las 18:57

No quiero encontrarte en las lágrimas, no quiero encontrarte en las caras largas. No quiero encontrarte en las bocas torcidas ni en las manos temblorosas. No quiero encontrarte en la tristeza, porque no te lo mereces. Quiero encontrarte en cada sonrisa, en cada rayo de sol en la playa, en cada carcajada. No quiero que cuando el monstruo de la tristeza aparezca por las esquinas más recónditas de mi cerebro sea por ti. Quiero que cuando piense en ti, me vengan a la mente todos esos momentos junto a ti, y el monstruo de la tristeza quedará reducido a nada cuando se vea sobrepasado por el pegaso de la felicidad.
Y siempre, siempre te echaré de menos. Más que a nada.

Hola lector! Chevismo cerró ‐ como habrás observado ya. Rescaté el diario porque siempre le tuve mucho cariño. En el proceso de rescatarlo me enamoré un poco otra vez de él...

En algún momento añadiré de nuevo la capacidad de escribir nuevas entradas y comentarios. Gracias por pasarte por aquí.

También quiero hacer una especie de "libro" con las entradas más emotivas y algunos comentarios. Poco a poco!