— Viernes, 18 de julio de 2014 a las 19:04

Me dices todas estas cosas preciosas y prohibidas, más prohibidas cuanto más preciosas, y más reales cuanto más prohibidas. Pasamos páginas, pero no podemos pasar una sin volver dos atrás. Y, mientras volvemos páginas atrás, seguimos escribiendo las páginas que vienen por delante. Pero me asusta. Me asusta muchísimo, y eso es lo único que no te he llegado a decir. Que el motivo mayor sigue oculto. Te he ido disparando balas con todas las razones pequeñas, intentando hacerlas grandes… pero no he lanzado el balazo final. Y el balazo mayor me lo tengo que arrancar de mi propio corazón, tengo que meter los dedos dentro de la carne y arrancarlo.
Te quiero.
Te quiero, y cuando pienso que te quiero el resto de mi mente se queda en blanco.
Y te quiero, y si llego a quererte más nunca seré capaz de dejar de quererte. Y tú dejarás de quererme a mí, porque no sé como hacer que la gente aguante junto a mí. Y quiero mantenerte junto a mí. Mucho. Tanto tanto que ahora mismo no puedo tenerte junto a mí.
Sé que te mata.
Y lo siento.
Pero te quiero. Para tu desgracia.

1 Comentario

Me recuerdas mucho a alguien. Si no mucho, bastante.

@DaniPhii — Viernes, 15 de agosto de 2014 a las 4:50


Hola lector! Chevismo cerró ‐ como habrás observado ya. Rescaté el diario porque siempre le tuve mucho cariño. En el proceso de rescatarlo me enamoré un poco otra vez de él...

En algún momento añadiré de nuevo la capacidad de escribir nuevas entradas y comentarios. Gracias por pasarte por aquí.

También quiero hacer una especie de "libro" con las entradas más emotivas y algunos comentarios. Poco a poco!