He descubierto que así como una persona puede no dejar nunca de sorprenderte para bien, también puede hacer todo lo contrario.
Y lo más increíble de todo, es que tú sigues esperando un cambio en esa persona por muchas decepciones seguidas que te cause.
¿Por qué sigues confiando?
Todo se vuelve un gran balde de mierda de decepción. Un agujero negro de decepción. Y se te pega en los zapatos o te absorbe en sus profundidades, caes en un continuo ciclo que se retroalimenta: Cuanto más te decepciona, más quieres creer que ya jamás podrá volver a hacerlo, que ya estás preparada y no te entristecerá…pero no. Nunca estás preparado para una nueva decepción y siempre te rasga con el mismo dolor que la primera.
Qué inutilidad es no poder dejar de confiar en alguien que ya te ha demostrado que no puedes confiar en él.