Hay que conseguir ganar terreno, centímetro a centímetro. Sin que se note dmasiado.
Si ves a una chica que te gusta, hay que acercarse (a dos metros). Si te sigue gustando, te pones a hablar con ella (1 metro).
Si tus chorradas la hacen sonreir, la invitas a bailar o a tomar una copa (a 50 centímetros).
Luego, te sientas a su lado (30 centímetros).
Cuando sus ojos empiezan a brillar, deberás colocar cuidadosamente un mechón de pelo rebelde detrás de su oreja (15 centímetros).
Si permite que le toques el pelo, avíale acercándote un poco más (a 8 centímetros).
Si notas que su respiración se acelera, pegas tus labios a los suyos (0 centímetros).
Evidentemente, el objetivo de toda esta estrategia consiste en lograr una distancia negativa producida por la penetración de un cuerpo extraño en el interior de la persona en cuestión (aproximadamente 13 centímetros, según la media nacional).