Dejo aquí mis lagrimas para advertir a los inocentes y los confiados, con la esperanza de que nadie sufra mi misma pena en un futuro y con la esperanza de que puedan llegar a Dios, pues Dios es hijo del hombre y el conocerá la historia leyendo lo que haya sido escrito.
Esta es la historia de un príncipe llamado Ceniciento
Que se enamoró de la bestia
Al comienzo todo fue roce y romance
Pero la bestia mostró pronto que una bestia por muy humano que antes fuera era solo eso una bestia
Una mañana Ceniciento con Blancanieves se fue a cruzar
Y el príncipe a la bestia quiso avandonar
Para a Blancanieves poder cortejar
Ella lo quiso besar pero cuando él dejó su deportiva de cristal no lo quiso buscar
Un día Blancanieves de la bestia se enamoró
Y Ceniciento los quiso separar pues él a Blancanieves quería amar
El muchacho la empezó a cortejar y por medio de palomas mensajeras su trampa comenzó a hilar
Pero la bestia celosa pidió a Blancanieves ver los pergaminos que de Ceniciento había recibido
Y la vil Blancanieves lo hizo sin tardar
La bestia llena de rabia a Ceniciento fue a atacar
Y los dientes en la nariz del indefenso muchacho con rabia incoó y de rebote una cicatriz en su hombro osó dejar
Fue entonces cuando Ceniciento que era hijo de una bruja lanzó sobre Blancanieves un vengativo maleficio
“Blancanieves ya que eres tendente a amar a quienes es un príncipe lo que quieren
Y ya que me es fácil hechizar a los hombres
A cada pretendiente que a ti se acerque le daré mis amores
Y de este modo quedarás condenada a sufrir y a soportar cuernos sin fin o conmigo aceptar tus amores compartir
Desde hoy para siempre será Así”
Ceniciento esperó su oportunidad y un pretendiente a la sodomía tendente apareció de repente
Ceniciento no pudo lanzarse a cazarlo inmediatamente
Pues ya había desposado a la bella durmiente
Pero Ceniciento era fogoso amante
Y Aurora siempre en su lecho acostada al fuego carnal no era nada dada
Lo que hizo a Ceniciento quemarse con las llamas de la pasión que su dama no apagaba
Y al final acabo por en su torre dejarla
El muchacho estaba libre para cumplir su Venganza
Pero pero por el príncipe era bien sabido que su presa era animalillo tímido
Con lo que para conquistarlo pidió ayuda al mejor de sus ministros
El ministro aceptó ayudar pues a Blancanieves quería tomar
En secreto ambos amantes se reunieron y ante Ceniciento el amado de Blancanieves se mostraba tierno y manso como cordero
Ceniciento estaba satisfecho ya que para el un buen amante es un sirviente ovediente
Justo cuando se citaron para que el sirviente pudiera de la fruta prohibida probar y su nectar tragar
El ministro traidor fue a el encuentro arruinar antes de que Ceniciento pudiera a su amante amamantar
La presa salió espantada cuando ya había sido cazada
Y ahora había sido desperdiciada
La mitad del pobre corazón de ceniciento marchó con su sirviente
Y Ahora lo espera dolido y sin fuerza.
“Moraleja: No te fíes de nadie y sospecha de todos”