Eres todo lo que nunca que he querido y, sin embargo, aquí me tienes, a tu pies.
Tan solo siendo tú me lo pones todo tan difícil, pones mi mundo tan del revés…
Me haces salir de mi zona de confort como nadie.
Eres todo lo que nunca he deseado en mi vida.
Eres el camino difícil.
Y yo no soy como esos necios que se ponen metas a las que llegan malheridos; me gusta lo fácil, me gusta llegar con creces y sin esfuerzo. No tengo ganas de complicaciones absurdas.
Por eso no entiendo por qué no te vas de mi cabeza y no te despegas de mi alma.
Pero luego…
Luego, cuando estoy contigo, haces que mi corazón brille. Me das calidez, me haces reír, me haces querer.
Y, sin saber por qué, y sin entender por qué no, te quiero.
Y te quiero de una forma que, te lo aseguro, nunca podré querer a otra persona.
Quizás quiera a alguien, algún día, si decidimos cortar el lazo que nos une, más que a ti.
Pero como te quiero a ti,
te lo aseguro,
nunca podré querer a nadie.
Nunca he querido estar con alguien como tú, sí, pero nunca he llegado a sentir nada parecido.